Mercado medieval en Ávila

Ávila es una ciudad que no conocía y aprovechando que durante este fin de semana se celebra entre sus murallas un mercado medieval decidimos ir hasta allí. No nos hemos arrepentido para nada.
Para empezar la ciudad en sí es preciosa, tranquila y cuidada, transmite una agradable sensación de serenidad. Sus murallas imponentes, me han impresionado mucho. Además el ambiente que se respiraba de diversión, con muchísima gente y casi todos vestidos de época, nos encantó a todos.

Había muchísimas cosas en venta, desde artesanía, productos de cosmética, ambientadores naturales,  hasta comestibles: dulces árabes, infusiones, quesos, cecina, chocolates y licores. Yo sólo compré una botella de licor de miel, que os aseguro está delicioso (aunque tampoco le haría ascos al de bellotas y al d choco -menta, todos ellos artesanales y que el vendedor nos dejó probar muy amablemente), también me he traído un guante depilatorio que depila a través de cristales de silicio y....¡¡¡funciona!!!!
Como me gustan tanto las hierbas y me atrae un poco lo místico, me traje palo santo, para alejar las energías negativas.
A la hora de comer nos decantamos por entrar en un restaurante ya que la mañana comenzó a amenazar lluvia. Allí disfruté de un plato típico de la tierra: patatas revolconas, a base de puré de patatas con chorizo y torreznos (delicioso). Al salir del restaurante llovía a cántaros y decidimos volver a casa.
Por último veréis también en la imagen algo que llamó mucho mi atención: unos libritos más pequeños que una moneda de cinco céntimos.

Si no tenéis ningún plan para este fin de semana y Ávila os pilla cerca os animo a que os deis una vueltecita. No os arrepentiréis.