En la provincia de Guadalajara, cerca de Tamajón y en medio de la naturaleza (como cualquier ermita que se precie), encontramos esta ermita sencilla pero llena de encanto.
Las ermitas y lugares de culto son sitios que me gustan especialmente, y más si son tan antiguas como esta, del siglo XVI, porque transmiten serenidad y paz y también porque me gusta imaginar la cantidad de gente suplicante, agradecida, piadosa o curiosa que ha estado entre sus muros a través de los años.
Aunque no se puede entrar en el interior, una verja de hierro permite verla perfectamente, pues es pequeñita y tiene un porche con asientos d epiedra donde se disfruta de tranquilidad y una preciosa vista.
En los alrededores encontramos grandes formaciones de piedra que forman refugios naturales y cuevas.
Si vivís cerca y os apetece hacer un poco de turismo rural os lo recomiendo sin ninguna duda.
Los alrededores de la ermita
¡Que chulo, Lola! No conozco nada esa parte de España, a ver si me pongo las pilas y encuentro el momento para viajar, que de Madrid para abajo, poco conozco.
ResponderEliminarBesos.