EL PROFESOR DE FRANCÉS

Se trata de el último libro publicado de Laura Kinsale, autora que me encanta y de la que me declaro incondicional.

"El profesor de francés" viene definido por la propia autora como un libro "ligero" en el que ha buscado el humor. Lo cierto es que el personaje de él, Trev, es presentado como un hombre algo alocado propenso a meterse en líos ; y ella, Callie, como una sumisa dama siempre dispuesta a seguirlo en todas sus aventuras.

Han sido compañeros de juegos desde niños y también juntos han descubierto las primeras caricias y besos, pero al ser decubiertos por el padre de ella, Trev huye ya que le deja claro que jamás lo aceptará ya que lo considera un pobretón francés que sólo persigue la fortuna de su hija.

Ahora han pasado nueve años, él aparece como el duque de Monceaux, tras haber recuperado aparentemente todas las propiedades francesas de su familia. Ella sigue siendo la anodina dama cuyo principal interés es la cría de ganado bovino y que ha sido plantada tres veces prácticamente en el altar. Ambos se dan cuenta de que los sentimientos de su juventud no han desaparecido con los años pero el recelo y el temor se interponen entre ambos.

La historia de ellos es muy bonita; Laura Kinsale sabe transmitir como nadie los sentimientos, en ese sentido he disfrutado muchísimo. Lo que ya no me ha gustado tanto es lo que rodea a los protagonistas: la maraña de líos que montan, los personajes secundarios tan presentes, las situaciones que pretenden ser cómicas y resultan pueriles o absurdas....

Releyendo lo anterior parecen unas palabras muy duras y dan la sensación de que el libro no me ha gustado. No es así, me ha gustado y he disfrutado de él, pero creo que con una buena historia Laura Kinsale ha hecho una especie de experimento que desde mi punto de vista no ha quedado todo lo bien que podría haber resultado.