Si tengo que nombrar un libro que considere el primero, no por serlo realmente, si no por haber tenido la capacidad de encandilarme, de hacerme desear más, de hacer que lo relea hasta la saciedad...sin duda alguna ese libro es "El hobbit" de J.R.R. Tolkien.
Mi madre nos lo compró del Círculo de Lectores y enseguida se convirtió en mi libro preferido. El mundo mágico que Tolkien describía hacía volar mi imaginación como nada lo había conseguido hasta entonces y no sólo despertó un ansia voraz en mi por la lectura de fantasía, si no que además hizo que experimentara inquietudes por escribir, pues recuerdo que comencé a escribir un libro de fantasía en hojas que iba arrancando de mis libretas del cole.
A este le siguió "El señor de los anillos", impresionante obra que además se puede disfrutar en dvd, porque debo decir que la adaptación de la misma que hizo el director Peter Jackson es, desde mi punto de vista, maravillosa. Me sucedió al ver la primera parte en el cine que dije a mi marido: "Es exactamente como yo me lo había imaginado", pero es que hablando con otras personas que también leyeron el libro antes descubrí que les había pasado lo mismo.
Me sorprendió mucho de Tolkien "El silmarilion" que para mí es una especie de gran guía sobre los orígenes y el desarrollo de las edades y pueblos en la Tierra Media.
¿Por qué ha surgido ahora esta entrada? Pues últimamente veo en librerías y reseñas de blogs y páginas que cada vez se escriben más historias románticas en las que mortales se unen a diversos seres inmortales: vampiros, ángeles, dioses.....Y no he podido evitar recordar las preciosas historias de Beren y Luthien (Tolkien llamaba a su esposa "mi Luthien") y la más conocida aún de Aragorn y Arwen (en ambas un humano se enamora de una mujer elfo).
Tokien pone en labios de Aragorn la preciosa historia de Beren en forma de canción. Os copio unos pequeños fragmentos. Os gustará más si sabéis que Tolkien se inspiró en su esposa Edith para escribir esta historia cuando la vio una vez bailar en el bosque para él:
"Cuando el invierno hubo pasado, ella volvió,
y como una alondra que sube y una lluvia que cae
y un agua que se funde en burbujas
su canto liberó la repentina primavera.
Él vio brotar las flores de los elfos
a los pies de la joven, y curado otra vez
esperó que ella bailara y cantara
sobre los prados de hierba.
.................
Larga fue la ruta que les trazó el destino
sobre montañas pedregosas, grises y frías,
por habitaciones de hierro y puertas de sombra
y florestas nocturnas sin mañana.
Los mares que separan se extendieron entre ellos
y sin embargo al fin de nuevo se encontraron
y en el bosque cantando sin tristeza
desaparecieron ya hace muchos años".
(La imagen que ilustra esta entrada la he tomado de la web http://www.taringa.net/)
Es evocador, muy bonito, sugerente...
ResponderEliminarNo he leído los libros de Tolkien. Hace años una amgia de mi madre se los dejó para que mi hermana o yo los leyéramos, no sé si mi hermana llegó a empezarlos, yo leí unas páginas y me aburrí, así que lo dejé. Ahora leo estas líneas y me aprece que tal vez no fuera el momento, ¡quién sabe! Porque son muy hermosas. Quizá sea de esos libros que por cogerlos a destiempo luego no te llaman, y quizá te estás perdiendo algo grande.
Un beso.